Como todos los años, con el movimiento Movember llega noviembre, el mes más reivindicativo de una de las enfermedades masculinas más mortíferas y dañinas: el cáncer de próstata. Este tipo de cáncer es el más diagnosticado en hombres y el segundo más mortal (por detrás del de pulmón). Noviembre, desde el año 2003, se ha convertido ya en el mes en que se da visibilidad al movimiento Movember. Movimiento por la concienciación y lucha contra esta enfermedad que afecta a hombres en todo el mundo.
Movember, todo un reto
El reto del movimiento Movember (Moustache in November, de ahí lo de los bigotes) no era otro que dar voz a los afectados por este cáncer y concienciar a la sociedad de su peligrosidad. A día de hoy se puede decir que ese reto se ha conseguido. Movember ha cumplido su objetivo. Ocupa un espacio en la mayoría de medios de comunicación y poco a poco se ha ido arraigando en la conciencia de la gente.
Esta campaña, que comenzaba hace ya trece años, buscaba volver a implantar la moda de llevar bigote, algo claramente masculino. Cuando decimos que el movimiento Movember ha conseguido cumplir su reto, nos referimos a la aceptación de este elemento simbólico como un elemento reivindicativo y de concienciación. No será raro ver en redes sociales a nuestros amigos en fotos con bigote a lo largo de este mes. También veremos fotos de ellas apoyando la causa, eso sí, con un bigote algo más ficticio… 😉
A día de hoy se puede decir que Movember a superado el reto. Su premio: prevención y concienciación Clic para tuitear
El verdadero premio de Movember
No es que por dejarnos bigote nos vayan a dar un premio, no. No obstante, aunque el bigote se haga un hueco en nuestra vida cotidiana, redes sociales y medios a lo largo del mes, el premio de este movimiento es el derribo de barreras y tabúes. Que todos los hombres se hagan sus pertinentes revisiones para detectar a tiempo esta enfermedad. Además de conseguir recursos económicos para continuar investigando y luchando contra ella.
Tu bigote, el mío, el suyo, ¡el de ellas! Todos ayudan y sobre todo en noviembre. Todos para hacer llegar este mensaje a padres, abuelos, novios, maridos, sobrinos, primos, amigos, conocidos, compañeros de trabajo, etc. ¡Solo así Movember habrá tenido sentido!
